La fuerza del color

Una vieja maleta con pinturas me hizo soñar y visualizar en la oscuridad de la noche toda la poesía del color.

El gouache es una pintura al agua. Sí, da sed. Si pinta como pasatiempo asegúrese de tener un vaso de agua cerca, no sólo para limpiar pinceles, un vaso de agua para tomar. 
Alguien me regaló un día un tesoro. Muchos tubos de gouache. Han estado por años en mi taller, los he usado en acuarelas y los había olvidado. Bendito olvido, porque hoy los acrílicos ya me quedan pocos y no está fácil salir a comprar. Hay que cuidarse.
Entonces, cuando los encontré de nuevo, ha sido de las alegrías de esta vida tan rara y tan frágil.
La forma de agradecerlo ha sido entre otras, anotar uno por uno los nombres de los colores.
¿Cómo no va a ser poético el nombre de los colores? Si consideramos que tienen una historia, tienen geografía de origen, tienen lenguaje e idiomas, nombres que hacen asociaciones con la naturaleza, etcétera. 

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Un ejemplo: Jaune Chartreuse. En español Amarillo Cartujo. La orden religiosa de los Cartujos, en Francia que tienen la receta secreta de un licor llamado con el nombre de la congregación, Chartreuse, cuyo color es la suma de la maceración de muchas hierbas, las 
cuales nadie más que un grupo de personas conoce y que es transmitido a generaciones futuras como un alto secreto. 

¡Esa pequeña historia para un color! 
Mi gouache Jaune Chartreuse es un amarillo verdoso, pero las palabras se me hacen pobres para las sensaciones visuales que produce.
Hay un pintor cuyas cartas a su hermano Theo estaban llenas de descripciones de colores,
 de sus mezclas, de las ideas que quería plasmar en sus obras.

¿Qué color asocias con el pintor Van Gogh?    
Sea cual sea el color que recuerdes de sus pinturas, esa imagen que hiciste en tu mente es en parte a lo que me refiero en la primeras palabras de este artículo. El color y la experiencia que tengamos de él es tan natural a la esencia humana, que muchas veces tus recuerdos estarán relacionados con un color. Color-aroma, color-atmósfera, color-sabor. Y pintes o no, ya tienes en tu caja de herramientas del pensamiento muchas formas de apreciar una pintura u obra artística de cualquier cultura y época.




Hay colores cuyo uso data del paleolítico y están en las cavernas prehistóricas durando a lo largo de todo ese tiempo, pinturas que se cree tenían una función mágica, de la magia entendida como actos para obtener cosas.
En los frescos de Ajantā, una localidad de la India, hay pinturas que se cree se hicieron entre el siglo II a.c y VI d.c. Fueron pintadas  con un color llamado Tierra de Siena
Esos colores siempre están muy ligados a la tierra y lo mineral, ya que eran los elementos más abundantes y eso unido a una grasa animal, mezclados y esparcidos sobre la piedra son los antepasados de cualquier pintura que veas hoy. Y tiene el nombre actual de Tierra de Siena, porque en épocas posteriores las tierras o arcillas cercanas a la ciudad italiana del mismo nombre eran las que se consideraban mejores.

Bueno y a todo esto, luego de ese  largo camino por la pintura, los colores y sensaciones asociadas, los gouache están tan entretenidos que haremos un artículo próximo acerca de los trabajos que he podido hacer con ellos. El amarillo chartreuse aparece mucho en ellos y también el carmín, el amarillo indio, el rojo fenicio, el azul mineral.
¡Ahhh el color! 

A continuación te propongo actividades que puedes hacer tú o tus personas pequeñas a cargo. 

1. Consigue un tomate. Pártelo a la mitad. Observa sus colores. ¿Qué color pensaste al 
leer "tomate"?, ¿Qué colores ves en su pulpa? Inventa un nombre de fantasía para el color de sus semillas.

2. Crea un plato de comida con tomates y dibújalo. Pinta con lápices de color, tempera o acuarela. Pégalo en tu casa o haz un regalo a quien quieres.




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