Una experiencia llena de vivencias
poéticas,
a veces violentas, a veces tristes,
a veces violentas, a veces tristes,
pero siempre con sentido en el
Arte.
En la magia del Ser.
La tiza,
la herramienta docente de otras épocas,
el piso del patio, donde ocurren los
recreos,
las manos de los alumnos Fabián, Matías, Marcos y Luis
cargadas de la
huella de la tiza y el trabajo de crear.
Que la pizarra sea el suelo donde jugar.
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